Albacete es una ciudad medianamente tranquila. Más allá de pequeños accidentes de tráfico, algún intento de robo o alguna llamada a la policía por vecinos que arman más ruido de lo normal no suelen ocurrir demasiados sucesos destacados que ocupen las portadas de medios nacionales. Sin embargo, en Albacete ocurren, de vez cuando, situaciones que se escapan de toda razón y lógica. Hemos recopilado algunos de ellos que aunque pueda no parecerlo, en realidad, ocurrieron en nuestra ciudad.
Se escapa un mono, a ver quien lo pilla
Marchémonos a 1991. Un circo ambulante se establecía temporalmente en Albacete para hacer las delicias de pequeños y mayores durante unos días. Todo estaba preparado; sus elefantes, payasos, acróbatas y títeres…todo estaba aparentemente un orden hasta que un mono de la plantilla circense decidió darse un garbeo para conocer la capital albaceteña. El mono chimpancé se escapó del circo y campó a sus anchas por la ciudad. No sabemos si contempló el Pasaje Lodares, paseó por la Plaza del Altozano o la calle Mayor, pero si imaginamos las caras de sorpresa de los albaceteños y albaceteñas cuando vieran pasear tranquilamente a un mono por las calles de la ciudad.
En el barrio Pedro La Mata se le intentó dar caza, quedando para la posteridad esta imagen de autor desconocido que muestra la pelea entre humanos y simios como si de una nueva entrega de «El planeta de los Simios» se tratase.
Póngame usted un Belmonte, por favor
Un Belmonte es una bebida a base de café, típica en la región de Murcia y Castilla-La Mancha, y por supuesto, muy demandada en las cafeterías de Albacete. Un café manchado con leche condensada y un chorrete de brandy para alegrarlo.
En febrero de 2017, al churrería-cafetería «La Caracola» de la calle Arquitecto Julio Carrilero sirvió un Belmonte como todos los días, pero ese Belmonte no sería un Belmonte cualquiera. Sería un Belmonte que saldría en las noticias de todo el país. Y es que un señor de 43 años, visiblemente nervioso, entró esa mañana a la churrería pidió un café con unas gotas de brandy y se sentó en una esquina mientras esperaba el taxi que, también, acababa de pedir. Mientras, en la calle, la Policía llegaba a la sucursal de Bankia que había a escasos metros de esa cafetería ante la llamada del personal por un robo que acababa de ocurrir en las oficinas financieras.
La Policía comenzó a buscar al atracador, sin saber que éste tomaba tranquilamente un café en la cafetería de al lado de la sucursal. A los pocos minutos la policía daría caza al ladrón que fue noticia por robar, no huir apresuradamente y tomarse un café en todo un alarde de calma y sangre fría.
Hay un elefante en mi autovía
En el mes de abril de 2018, recién finalizada la Semana Santa, un camión que transportaba cinco elefantes hasta un circo sufría un accidente en la autovía A-30 entre Albacete y Murcia, a la altura de Pozo Cañada. No hubo que lamentar daños humanos ni animales pero sí cierto caos y desorientación, pues esos cinco elefantes camparon a sus anchas durante un buen rato por mitad de la autovía para sorpresa de los conductores que por allí circulaban. Los paquidermos no dudaron en hacer sus necesidades en medio de la autovía y contemplar durante un rato el asfalto de las carreteras de Pozo Cañada hasta que, no sin dificultad, fueron devueltos a su dueño original por los miembros de la autoridad.
Coches escalera abajo
No una, ni dos, sino tres han sido las veces que un coche ha intentado bajar por unas escaleras de la céntrica Plaza de Villacerrada de Albacete. La última tuvo lugar el pasado mes de Octubre de 2022. Y es que esa plaza, elevada sobre la ciudad, permite la circulación de vehículos por ella pero solo cuenta con una única vía de entrada y de salida. El resto de accesos son escaleras destinadas únicamente para viandantes.
La imagen de coches enclavados en las escaleras de la Plaza es, cuando menos, llamativa. En diciembre de 2020 otro conductor también intentaba un descenso inadecuado por las escaleras, rompiendo los bajos de su vehículo.
No dudamos que, en vista de la repetición de los hechos, el Ayuntamiento de Albacete deba colocar algún tipo de aviso o pivote de seguridad que impida el acceso de esos conductores despistados.
El robo de un cajero automático
Nos vamos a Villalgordo del Júcar. Más concretamente al verano de 2016 cuando unos atracadores decidieron en una madrugada de sábado robar el cajero automático de la localidad. Todo salió según lo planeado, los atracadores arrancaron de cuajo el cajero automático a eso de las 3 de la madrugada y se dieron a la fuga. Pero no fueron conscientes de que en su huida el cajero se cayó. O si lo fueron pero no tuvieron la fuerza necesaria para levantarlo. El caso es que un vecino de la localidad encontró el cajero a la salida del pueblo y dentro de el todo el dinero que contenía.
Un robo lleno de ruido y torpeza y sobre todo, infructuoso para unos atracadores de bancos no demasiado expertos ni talentosos.
Y tú, ¿conoces algún suceso curioso ocurrido en nuestra ciudad o provincia?¡Cuéntanoslo!
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