En la actualidad, estos son los horarios para las siguientes oficinas de Correos en Albacete:
Oficina de Correos
C. Dionisio Guardiola, 24-26 · 967 55 03 93
De lunes a viernes de 8:30–20:30
Oficina de Correos
Av. Cronista Mateos y Sotos, 10 · 967 21 73 31
De lunes a viernes de 8:30–20:30
El punto de inflexión es el año 1716, cuando Felipe V, con la pragmática real del 8 de julio, estataliza el servicio de Correos. Nace la Real Renta de Correos, Postas y Caminos. Aquí es donde podemos empezar a hablar de Correos como una organización, una empresa en el sentido moderno del término, aunque sus fines fueran más de servicio público que de lucro (al menos inicialmente).
Su objetivo era claro: controlar y asegurar las comunicaciones del Estado y la Corona, pero también abrirse a los particulares. Se establecen tarifas fijas, rutas regulares y se despliega una red de postas. Era un servicio exclusivo del monarca, un monopolio, y eso le confería una enorme importancia y poder.
Durante el siglo XIX, con la abolición del régimen señorial y las diversas vicisitudes políticas de España (guerras, cambios de régimen), Correos siguió consolidándose. La figura del cartero empieza a ser icónica en las ciudades, llevando las noticias directamente a los hogares. La Real Renta de Correos y Postas fue evolucionando, cambiando de nombre y adscripción ministerial, pero siempre manteniendo su carácter público.
En este siglo, el gran hito visual, más allá de un “logotipo” empresarial como lo entendemos hoy, es el sello postal. Los primeros sellos españoles, emitidos el 1 de enero de 1850, no solo tenían un valor fiscal, sino que se convirtieron en el primer gran identificador gráfico del servicio postal español. La efigie de la reina Isabel II fue la protagonista inicial, y cada nueva emisión se convertía en un pequeño “logo” de Correos ante el mundo.
Es en el siglo XX cuando la idea de una “identidad corporativa” empieza a tomar forma. Las empresas, incluso las públicas, necesitan diferenciarse y ser reconocibles.
Primeros emblemas y escudos: Antes de un logotipo diseñado, Correos utilizaba los escudos heráldicos de la monarquía reinante, o el escudo nacional. Estos eran sus símbolos de autoridad y oficialidad. En las fachadas de las estafetas, en los uniformes, en los vehículos… era el escudo real o nacional el que figuraba.
La figura del “corcel alado” o “caballito de Correos”: Aunque no siempre fue un logo oficial en el sentido estricto, la figura de un caballo, a menudo alado, o con la bolsa de la correspondencia, fue un motivo recurrente en la iconografía de Correos. Representaba la rapidez y la agilidad del servicio postal. Es una imagen que entronca con la tradición clásica de Hermes o Mercurio como mensajero de los dioses. Se veía en algunas cajas de correos, en algunos uniformes o insignias.
Los años 60 y la modernización: Con el desarrollismo de los años 60 en España, muchas empresas públicas (y privadas) adoptaron diseños más modernos. Es cuando empiezan a verse los primeros intentos de un logotipo estilizado. Se buscaba una imagen más limpia, más funcional. Se podían ver diseños con tipografías más geométricas, o siluetas simplificadas del caballo o de una carta.
El logo de los años 70 y 80: el “cuadrado verde” y el “cuadrado azul” A finales de los años 70 o principios de los 80, Correos adopta un logotipo que muchos aún recuerdan con cariño: un cuadrado verde (más tarde, azul) con una corona estilizada en la parte superior y la palabra “Correos” en una tipografía sans-serif. Era un diseño simple, fácil de reproducir y que daba una sensación de modernidad y solidez. Este logo fue omnipresente en buzones, uniformes, vehículos, sobres… Se convirtió en la imagen por excelencia de Correos durante décadas. El cambio de verde a azul respondía a tendencias de diseño y quizás a la búsqueda de una imagen más “tecnológica” en un momento de evolución.
La “flecha” y el “corneta” (años 90): Con la llegada de los años 90 y la preparación para la entrada en el nuevo milenio, Correos busca una imagen que refleje su evolución y su adaptación a un mercado más competitivo. Se introduce un nuevo logo que incorpora la flecha y la corneta. La flecha simboliza la dirección, el movimiento, la rapidez y la entrega. La corneta, por su parte, es un elemento histórico, un instrumento tradicionalmente usado por los postillones para anunciar su llegada o su salida. Es un guiño a la tradición, pero integrado en un diseño moderno, con una tipografía dinámica. Este logo buscaba transmitir agilidad y conexión con el pasado.
La gran transformación de Correos en el siglo XXI viene de la mano de Internet y el comercio electrónico. La carta tradicional disminuye drásticamente, pero la paquetería se dispara. La empresa necesita una imagen que refleje esta nueva realidad, más enfocada en la logística y la conexión digital.
Este último cambio no es solo estético; es una declaración de intenciones. Correos se reposiciona no solo como un mero servicio de correos, sino como un operador logístico integral, con una fuerte apuesta por la innovación, la sostenibilidad y la cercanía al ciudadano en un entorno cada vez más digital.
La historia de Correos, vista a través de sus logos, es la historia de una institución que ha sabido adaptarse a los tiempos, manteniendo siempre su esencia de servicio público, pero evolucionando para seguir siendo relevante en un mundo en constante cambio. Desde los escudos reales hasta el minimalismo digital, cada logo ha contado una parte de esa fascinante trayectoria.